En nuestra vida cotidiana nos encontramos permanentemente en la necesidad de tomar decisiones. Las decisiones que tomamos pueden ser muy sencillas -como decidir levantarnos de la cama inmediatamente al despertarnos o quedarnos unos minutos más-, y otras trascendentales, -como elegir estudios-.
Cada vez que tomamos una decisión, se activan en nuestro interior múltiples asociaciones entre pensamientos, emociones y recuerdos, y aunque esto ocurre muchas veces sin darnos cuenta, nos orientan hacia un resultado. Estas asociaciones se han aprendido a lo largo de nuestra experiencia de vida, y la mayoría de ellas tienen base en la infancia.
Aprender a tomar decisiones es también un elemento fundamental a la hora de resolver problemas. Cuando sabemos tomar decisiones, la resolución de problemas se puede realizar en forma más distendida. El peor error es acostumbrar a los jóvenes a tomar las decisiones permanentemente por ellos. Así es que, considerando la madurez, y cuál es el nivel de decisiones que permitiríamos, podemos ofrecerle información y que anticipe una posible consecuencia de una elección, o alentarlo a que pruebe eligiendo, y experimente por sí mismo el resultado de sus elecciones.
Un buen proceso en la toma de decisiones implica:
- Paso 1. Definir el problema, objetivo o situación de decisión. Saber definir bien el problema nos aporta muchas veces parte de la solución, en este proceso de definición del problema suelen aclararse y organizarse las ideas.
- Paso 2. Análisis. Es decir, entender todas las variables, buscar información, opiniones, etc. Hay que aprender a tomarnos nuestro tiempo analizando la situación.
- Paso 3. Definir criterios de decisión. Aun ante el mismo problema, la forma de evaluar las alternativas suele variar, ya que distintas personas pueden dar prioridad a criterios diferentes.
- Paso 4. Identificar alternativas. Este punto es muy importante y hay que aprender a pensar con la mente abierta identificando cuantas más alternativas mejor.
- Paso 5. Analizar la viabilidad para cada alternativa. ¿Qué ocurre si me decido por A? ¿A dónde conduce la alternativa B? Con los caminos bien identificados es posible imaginar los resultados.
- Paso 6. Seleccionar la alternativa ganadora. Es el momento de poner en la balanza todo lo analizado, y usar los criterios como unidad de medida. La comparación entre las distintas alternativas suele mostrar que una resuelve mejor la exigencia de los criterios elegidos. ¡Tenemos una decisión!
Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción (Thomas Carlyle).
1. Deja de buscar la perfección. No esperes a que todo esté perfecto. En vez de buscar lo imposible, aquellos que toman decisiones de manera eficiente tienden a brincar sin tener todas las respuestas y, una vez en el aire, confían en que serán capaces de construir sus alas mientras van descendiendo.
2. Sé independiente. Esperar a que sean otros los que tomen las decisiones puede llevar más tiempo del que se dispone. Por lo tanto, la recomendación es obtener tu información a partir de fuentes confiables para luego actuar con prontitud.
2. Sé independiente. Esperar a que sean otros los que tomen las decisiones puede llevar más tiempo del que se dispone. Por lo tanto, la recomendación es obtener tu información a partir de fuentes confiables para luego actuar con prontitud.
3. Apaga tu cerebro. El entendimiento viene cuando menos te lo esperas. Es parecido a recordar repentinamente el nombre de un actor que creías que habías olvidado por completo. Lo mismo ocurre cuando estás tratando de tomar una decisión. Con sólo apagar tu mente por un rato o incluso cambiar y pensar en un dilema distinto, le darás a tu cerebro la oportunidad de localizar información que ya estaba almacenada en su base de datos y que aguardaba el momento de ser recuperada.
4. No resuelvas un problema, decide. Una decisión puede resolver un conflicto, aunque considera que no todos los problemas pueden solucionarse con sólo tomar una decisión. Asumir una posición a menudo depende más de la intuición que del análisis. Por ejemplo, elegir un determinado estudio requiere de examinar la información sobre tus cualidades, intereses, plan de estudios, necesidades, posibilidades, motivación, deseos... No obstante, el punto decisivo a veces es visceral. En tu opinión, ¿cuál piensas que es la elección adecuada?
5. Reconoce tus errores. Si tus sentimientos te llevaron a equivocarte, corrige el error y haz de tripas corazón. No olvides que incluso tomando la determinación errónea, cosechas más respeto y lealtad cuando admites que has cometido un desacierto y lo resuelves, que cuando eres habitualmente indeciso.
4. No resuelvas un problema, decide. Una decisión puede resolver un conflicto, aunque considera que no todos los problemas pueden solucionarse con sólo tomar una decisión. Asumir una posición a menudo depende más de la intuición que del análisis. Por ejemplo, elegir un determinado estudio requiere de examinar la información sobre tus cualidades, intereses, plan de estudios, necesidades, posibilidades, motivación, deseos... No obstante, el punto decisivo a veces es visceral. En tu opinión, ¿cuál piensas que es la elección adecuada?
5. Reconoce tus errores. Si tus sentimientos te llevaron a equivocarte, corrige el error y haz de tripas corazón. No olvides que incluso tomando la determinación errónea, cosechas más respeto y lealtad cuando admites que has cometido un desacierto y lo resuelves, que cuando eres habitualmente indeciso.
La peor decisión es la indecisión (Benjamin Franklin)
MÉTODO DE LOS SEIS SOMBREROS DE COPA PARA TOMAR DECISIONES
(a partir del método creativo de Edward De Bono)
Imagínate, que dentro de ti habitan cinco duendecillos, y un señor con bastón. Todos con sombrero, incluso el hombre del bastón. Mientras que dicho hombre lleva el sombrero azul, los otros cinco duendes se reparten los sombreros blanco, negro, rojo, verde y amarillo, confeccionando así, los seis sombreros de color.
CONTROLADOR Y TOMA DECISIONES: Como puedes imaginar, el hombre del bastón, el del sombrero azul, será el encargado de tomar la decisión, el de organizar a los duendecillos y sus opiniones, el de sintetizar una conclusión, el que intentará mantener el equilibrio, pues será quién haga la elección de la puerta, el portavoz de tu decisión.
EMOCIONES, SENTIMIENTOS, PASIONES: El primer duendecillo que nace y aparece, aunque no siempre es al que más caso se le hace, es el duende que lleva el sombrero rojo. El sombrero de la pasión, de la emoción, del sentimiento, donde el ego y la razón no tienen cabida y la pureza de tu infancia está completamente intacta. Esa inocencia y vivencia del momento presente preguntando directamente a tu corazón, será la tipología de respuestas que este duende te ofrecerá a la hora de tomar una decisión.
SUEÑOS, OPTIMISMO E ILUSIÓN: El segundo duendecillo lleva un sombrero amarillo de color. Alegre, positivo, lleno de esperanza e ilusión, con infinitos sueños, metas y ganas de correr sin control. Este duende te dará las respuestas enfocadas en las ganas de vivir, de lograr y alcanzar sueños, de sentirte vivo y esperanzado, con mirada fija al frente, repleta de un brillo que desprende un SÍ QUIERO y por tanto SÍ QUE PUEDO.
IDEAS, IMAGINACIÓN Y CREATIVIDAD: El tercer duendecillo al que le vas a preguntar lleva un sombrero de color verde, y éste su creatividad te va a regalar. Sin pensar, el factor sorpresa, la imaginación, la creatividad sin reglas, la espontaneidad, las ideas más locas, los inventos más disparatados y las decisiones más imposibles (a priori) serán los consejos que te ofrecerá. Si le preguntas, su respuesta será sin pensar, y aunque estará muy cohibido al principio, cuanto más se le escucha, más soluciones aportará.
OBJETIVIDAD, DATOS E INFORMACIÓN: El cuarto duendecillo te dará consejos desde las cifras de tus vivencias, desde la razón objetiva, buscando en la base de datos de tus decisiones, números te aportará. Es el duende analista, que no piensa ni inventa, únicamente enumera lo que le pidas, si le preguntas por tus logros, te los enumera, si le preguntas por tus fracasos también te los muestra. Es objetivo y frío, pero responde a lo que pidas. Abre el baúl de tus recuerdos, abre la recopilación de tus decisiones y calcula, ofrece estadísticas de las veces que seguiste el mismo camino y el resultado que obtuviste, de las tácticas que seguiste y la conclusión a la que llegaste, incluso de esa piedra con la que siempre te tropiezas, te muestra el número de veces que ocurrió. Es el almacén objetivo de lo bueno y de lo malo que te sucedió, pero también el que analiza y calcula las hipotéticas cuentas que pueden descartar una decisión. Aunque esas cuentas, se basan en modelos matemáticos basados en tu experiencia anterior, ya que la sorpresa y el imprevisto, que también son datos, tienen más complicada formulación, sólo son datos que quedan libre de interpretación.
MIEDO, PESIMISMO Y NEGATIVIDAD: El quinto y último duendecillo lleva un sombrero negro de color. Un sombrero negro tizón, pues es el duende del miedo, del sufrimiento, de la pena, de la energía negativa, del pesimismo, de las escusas, del dolor, del NO PUDE, NO PUEDO, NO PODRÉ. Es el duende del lado oscuro de tu interior. Es el duende que construye las barreras e impedimentos para llegar a tu destino, el que se queja sin ofrecer solución, el que se basa en el dolor del pasado y el pesimismo del futuro. El de la rabia y el rencor, el que no deja ver la luz del sol, el que te invade con nubes y niebla tu camino, para que dejes de caminar o no sepas que una puerta nueva acabas de pasar. Es el poderoso duende de la alerta y el miedo, el de la precaución y el freno, el del conformismo y para nada aventurero, pues según te dirá, quiere tener los pies siempre en el suelo y vivir en una constante precaución.
1º) Escribe tres cosas en la vida que te emocionen o apasionen
2º) Escribe tus tres sueños en la vida
3º) Escribe en 3 segundos de tiempo que quieres estudiar
4º) Cumplimenta una matriz de decisiones entre tus opciones de estudios incluyendo un análisis de costes y beneficios, con datos, informaciones, etc.
5º) Escribe tus miedos principales en este momento de la vida, las cosas que crees que no lograrás conseguir, que no serás capaz...
LA MATRIZ DE DECISIONES
Es un instrumento que pretende que el alumno/ a disponga de una amplia visión de las posibles repercusiones de su decisión y que establezca comparaciones y relaciones entres costes y beneficios.
OPCIONES
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A CORTO PLAZO
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A MEDIO/ LARGO
PLAZO
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Beneficios
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Costes
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Beneficios
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Costes
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Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad y certeza de que estás decidiendo correctamente (Paulo Coelho).
Fuentes:
https://www.entrepreneur.com/article/268876
http://www.elartedesabervivir.com/articulos/familia/7-maneras-de-ensenar-a-tus-hijos-a-tomar-decisiones
http://rds077.blogspot.com.es/2015/06/6-sombreros-para-pensar-como.html#more
http://cuentosparacrecer.org/blog/aprender-a-tomar-de-decisiones/#
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